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Identidad Corporativa. ¿Cómo se construye una marca?

Identidad Corporativa. ¿Cómo se construye una marca?

La imagen corporativa es la primera herramienta de marketing de toda empresa. Su función principal es la de identificador. Identificador en multitud de aspectos.

Por su forma, colores y composición identificará a la empresa con su sector, con sus clientes, con sus empleados, con su misión, sus objetivos y su filosofía. A su vez debe servir de diferenciador de la competencia.

Para una buena identificación se debe hacer una buena diferenciación, sobre todo en el mundo globalizado en el que vivimos, en el que coexistimos con multitud de empresas como la nuestra dedicadas al mismo sector y que se dirige al mismo público que nosotros.

Todos estos conceptos, que no son pocos, deben ser transmitidos por una imagen icónica y conceptual que permanecerá en nuestras retinas por pocos segundos. Por esto, una de las características clave de cualquier imagen corporativa es la pregnancia. Esto es la capacidad de identificación y recuerdo de una imagen. Lograr esa pregnancia, esa capacidad de nuestra imagen de marca para llamar la atención y quedarse anclada en nuestro cerebro tiene mucho que ver con sus colores y sus formas, pero también por su capacidad de adaptarse a multitud de formatos, tamaños y soportes para que en cualquiera de ellos sea distinguible por cualquier observador.

Por ejemplo, una imagen de marca que pueda disgregarse y reunificarse, que permita jugar con sus formas y volúmenes, será ideal para utilizarla en movimiento, ya sea en formatos de vídeos virales, como en campañas lenticulares. Efectos como el 3D o el 3D volumétrico que nos ofrecen la impresión lenticular, son capaces de generar el impacto que una marca necesita para permanecer.

Por eso el proceso de concepción, creación y desarrollo de una imagen corporativa es un proceso de gran complejidad.

Comienza con un brainstorming – lluvia de ideas - de conceptos que se quieren transmitir. Tras este proceso se eligen aquellos conceptos de gran importancia para la empresa y se comienza a trabajar sobre ellos desarrollando ideas articuladas y líneas de acción.

Tras el desarrollo de concepción se pasa al trabajo de diseño. Es aquí donde se escogen colores, tonos y formas, que se conjugan para transmitir visualmente todos los conceptos anteriormente mencionados.
En los procesos de diseño y compositivo es de vital importancia conocer al público al que nos dirigimos, lo que se denomina target. Tenemos que saber qué edad tiene nuestro público, qué sexo, a qué ámbito geográfico pertenecen y sobre todo a que cultura.

Esto es muy importante ya que según la cultura, los colores y formas significan cosas diferentes. Un ejemplo es el significado del color blanco en oriente y occidente. En el primero significa luto, en nuestra cultura todo lo contrario. Así pues, la forma y direccionalidad en la que se lee en las distintas partes del mundo afecta también al mensaje visual que se lanza con la imagen corporativa.

Todos los elementos tienen que relacionarse con gran coherencia de manera que el mensaje que queremos emitir sea reforzado por todos los elementos y lleguen a nuestros destinatarios de una manera unívoca.

La imagen corporativa es un elemento de gran importancia en la construcción de la reputación de una empresa.

Los consumidores siempre se decantan a la hora de elegir productos similares por aquellos que tienen una imagen más atractiva, más original, más emocional.

Si quieres saber más sobre cómo crear tu imagen corporativa y sobre aplicaciones de ésta, no dejes de consultarnos.

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